Los inversores tendrán dificultades para encontrar los mejores fondos ESG

Los analistas de Jefferies estiman que el número de nuevos fondos del artículo 9 que se lancen en 2023 "será cercano a cero"

Los inversores, una vez pasen las Navidades, se encontrarán con muchas dificultades para dar con los mejores fondos ESG, ya que los gestores evitan la etiqueta de sostenibilidad más estricta de Europa en respuesta al endurecimiento de la normativa, según un análisis de Jefferies International.

Blackrock, Pacific Investment Management y Amundi son algunas de las gestoras que ya han anunciado la retirada de la máxima distinción de la UE en materia medioambiental, social y de gobernanza, conocida como artículo 9 de grandes partes de su negocio.

Un recuento de Bloomberg indica que fondos por valor de al menos 100.000 millones de dólares han sido rebajados, aunque la cifra real puede ser significativamente mayor.

Según Luke Sussams, responsable de ESG y finanzas sostenibles para Europa de Jefferies, el número de nuevos fondos del artículo 9 que se lancen en 2023 «será cercano a cero».

Según una nota de Jefferies a sus clientes, las rebajas de categoría en virtud del artículo 9 representan ya el 87 por ciento de todas las reclasificaciones de productos en el sector de la gestión de activos de la UE, sobre la base de los cambios en los folletos a 22 de noviembre.

Morningstar estimó a mediados de septiembre que dichos fondos representaban unos 470.000 millones de dólares de activos gestionados.

Críticas de los gestores de fondos al reglamento

Los gestores de fondos han criticado la orientación reglamentaria después de que la Unión Europea aclarara las normas existentes para establecer que los fondos del artículo 9 deben mantener un 100 por cien de inversiones sostenibles, excepto en lo que respecta a los requisitos de cobertura y liquidez.

Pero los inversores quieren más respuestas. Better Finance, que representa a unos cuatro millones de usuarios de servicios financieros, se ha dirigido a la Comisión Europea y a la ESMA en busca de garantías de que los ahorros de los clientes no se vean expuestos al greenwashing.

En marzo de 2021, Europa puso en marcha su innovadora normativa ESG, sobre divulgación de información financiera sostenible. El SFDR, concebido como una norma de referencia mundial, ha transformado el sector de la gestión de activos al establecer los objetivos ecológicos más ambiciosos del mundo.

Pero también ha recibido cada vez más críticas de los inversores y los reguladores por su endiablada complejidad y su falta de coherencia.

La Comisión Europea ha manifestado que es consciente de algunas de las cuestiones planteadas y que está estudiando el asunto.

No clasificar correctamente un producto de fondos puede dar lugar a una acción sancionadora contra un gestor de activos. Las autoridades europeas ya están estudiando nuevos requisitos mínimos tras llegar a la conclusión de que los inversores ya pueden estar sujetos a reclamaciones infladas en materia de ESG.

Un producto que será cada vez más codiciado

Al mismo tiempo, la creciente escasez de fondos del artículo 9 va a hacer que sean productos cada vez más codiciados, según Charles Boakye, analista de ESG en Jefferies.

Los datos de flujos muestran que «el propietario final de activos parece tener una mayor preferencia por el artículo 9», afirmó. «Dada la dificultad de comercializar este tipo de productos», es probable que los inversores «mantengan alta la demanda de productos del artículo 9».

En el futuro, la designación se limitará probablemente a «fondos temáticos y orientados al impacto que inviertan en empresas centradas en productos y servicios sostenibles», que a menudo tienden a ser de pequeña o mediana capitalización, o a «fondos de bonos cuyos ingresos ayuden a financiar proyectos ecológicos y sociales», según Hortense Bioy, directora mundial de investigación sobre sostenibilidad de Morningstar.

Sussams dijo que no espera que las rebajas de calificación de los fondos minen la confianza de los inversores, dada la novedad y la magnitud del reto normativo. «Se trata de que el mercado descubra una normativa nueva y muy disruptiva», afirmó.

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