Lecciones ESG de Sanofi a Grifols

Grifols obtiene un rating de 75 sobre 100 en el perfil ESG elaborado por Standard & Poor's, que concede una nota de 86 sobre 100 a Sanofi

Por si el duro momento bursátil que está atravesando Grifols no fuera suficiente, la compañía catalana también tuvo que ver en los últimos meses como, en materia ESG, el césped de sus vecinos resultaba ser más verde que el suyo.

Y es que, en contraste con el rating ESG de 85 sobre 100 que Standard & Poor’s concedió a la farmacéutica francesa, Sanofi, Grifols tuvo que conformarse con un 75 sobre 100.

Una nota que tiene dos lecturas.

La primera, la de una «sólida gestión» por parte de la cotizada del IBEX 35 en cuanto a riesgos sociales, como las relaciones con los clientes y las comunidades, así como con el riesgo para la salud y la seguridad en toda la cadena de valor.

La segunda, la del camino que todavía debe recorrer la empresa dirigida por Raimon y Víctor Grifols, para igualar su compromiso social con el de sus competidoras y vecinas.

Grifols y sus planes de futuro

De acuerdo a la opinión expresada por S&P en su informe, Grifols tiene «planes claros para mantener su posición a nivel mundial como uno de los mayores proveedores de tratamientos basados en plasma».

En ese camino, no obstante, la compañía afrontará unos baches que pueden poner en jaque su perfil ESG.

Uno de ellos, por ejemplo, es una expansión geográfica que puede «aumentar su exposición a la crítica pública y al riesgo geopolítico», así como «afectar al mantenimiento de su cultura empresarial común».

La agencia de calificación crediticia, en consecuencia, consideraba que la preparación de Grifols ante posibles escenarios adversos era «adecuada».

Una calificación que marca el nivel intermedio de entre los cinco distintivos que S&P otorga a las empresas a la hora de realizar sus informes.

Una evaluación que es correcta, pero que palidece frente ante la «fuerza» de Sanofi. Por ello, mientras que la preparación de Grifols ante posibles eventualidades contribuía a sumar 2 puntos a su perfil ESG, la de Sanofi contribuía hasta 6 puntos.

«Consideramos que la conciencia de Sanofi sobre los riesgos y las oportunidades de futuro es excelente, ya que ha identificado muchas tendencias estructurales que dan forma a su sector a largo plazo, incluso en las nuevas tecnologías y la transformación digital y analítica», apuntaban desde la agencia.

La entidad norteamericana, además, destacaba que Sanofi «está contribuyendo a la prevención de futuras crisis sanitarias, entre otras cosas, mediante una estrategia de acceso a la medicina integrada en su estrategia corporativa global».

Los deberes pendientes de la empresa española

Poniendo el foco sobre las tareas que Grifols ya tiene en marcha para adecuar su actividad a unos criterios ambientales, de sostenibilidad y gobernanza idóneos, S&P considera que su consumo de agua y su gestión de los residuos y la polución es «buena».

El informe de la agencia de calificación crediticia, no obstante, apuntaba que la empresa con sede en Barcelona está por detrás del sector en cuanto a la monitorización de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

«Los resultados de Grifols en materia de gases de efecto invernadero son inferiores a los del sector, a pesar de sus inversiones en energías renovables, la cogeneración y la eficiencia de los recursos», señalaban desde S&P.

La agencia, por otro lado, valoraba positivamente que Grifols actualizara en 2021 sus objetivos para 2030, incrementando del 70 al 100 por cien su objetivo de consumir el 100 por cien de su electricidad de fuentes renovables, y del 40 al 55 por ciento su meta de reducir las emisiones por unidad de producción.

«Pero observamos que varias empresas del sector tienen objetivos más ambiciosos», matizaban desde S&P.

Empresas como Sanofi, de la que se destacaba que tiene un alcance de sus emisiones «inferior a la media del sector farmacéutico», y también que «ha seguido una tendencia a la baja en los últimos cinco años».

Grifols, por tanto, recibió el beneplácito de S&P por sus esfuerzos en materia ESG, pero tiene deberes pendientes.

En el momento de publicación de este artículo, Grifols no había respondido a la consulta acerca de qué medidas está tomando para mejorar su perfil ESG y alcanzar los objetivos que se comprometió a cumplir de cara al año 2030.

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