Marga García (Capgemini): «Los bancos aspiran a gestionar la identidad de sus clientes»

El «open banking» (o banca abierta) es una tendencia que ha llegado para quedarse en el sector financiero mundial. La vicepresidenta de Servicios Financieros de la consultora Capgemini España nos explica qué es.

¿En qué consiste el modelo de banca abierta?

Es un modelo basado en plataformas que permiten ofrecer productos financieros y no financieros (de terceros). Esto es posible gracias a la aparición de las APIs (interfaces que sirven para conectar los softwares de distintas organizaciones) y que permiten un intercambio de servicios entre industrias.

¿Por qué va a suponer más ingresos para la banca?

En el momento en que se crea este modelo colaborativo entre industrias, se abren posibilidades de ofrecer nuevos productos y servicios. Por ejemplo, van a poder crear un supermercado financiero con sus productos y los de terceros (como energéticos o de telecomunicaciones) de una manera más sencilla. Otro ejemplo está relacionado con la compra de una casa. Hasta ahora, el banco te ofrecía la hipoteca. Ahora, estás viendo que hay bancos que quieren estar en todo el proceso de compra de una casa contigo. Así, a través de sus herramientas de realidad aumentada, te permiten ver fotos de un inmueble, su precio, sus datos catastrales y una estimación de la hipoteca desde el mismo momento en que ves un cartel de «se vende» por la calle e introduces la dirección. Imagina si, además de todo eso, cuentas con un marketplace con tiendas de decoración, arquitectos, reformas y todo lo que vas a necesitar. Si son capaces de generar cierta comisión por esos servicios, generarán más ingresos.

BBVA es una de las entidades líderes en este tema.

Ha sido una de las primeras en lanzar su iniciativa de API market en España con el objetivo de poner a disposición de terceros esa creación de nuevos productos. Sigue avanzando y quiere hacer muchas cosas.

¿En qué momento de implantación del modelo estamos?

Hay bastantes cosas hechas. BBVA está monetizando datos de uso de tarjetas de forma agregada y también otras muchas iniciativas. Si te vas al concepto de ahorro, tienes Coinc de Bankinter, que lleva bastante tiempo. Sabadell también está haciendo bastantes cosas en cuanto a crear ecosistemas en los que se puedan involucrar distintos sectores que puedan dar un servicio añadido más allá del propio producto financiero. Se está avanzando mucho y va a haber una gran eclosión de iniciativas en los próximos meses porque todos están trabajando en esto y la directiva de pagos digitales ya les ha preparado para ello.

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¿Hay riesgo de desintermediación en este proceso?

Los bancos tienen que definir qué rol van a tomar. Si van a ser ellos los que creen la plataforma para que vengan terceros y así seguir regulando toda la relación con el cliente -que es lo que quieren y que reduciría el riesgo de desintermediación-. O pueden poner sus productos a disposición de terceros y olvidarse de crear esa experiencia de cliente, que se les da un poco peor respecto a las tecnológicas. Ahí sí existiría el peligro de desintermediación. Pero no todos los bancos van a ser igual de buenos creando experiencias por mucho que lo deseen. Hay estrategias mixtas donde los bancos van a terminar haciendo apuestas muy fuertes, interactuando con los clientes allí donde son muy buenos; pero también veremos que se hacen invisibles en algunas áreas. El mundo de pagos da mucho para eso. Hay muchos bancos que se están metiendo en plataformas donde el cliente no se entera de que está pagando con un banco; el pago va a ser invisible.

¿Cree que podremos abrir nuestra cuenta en un banco con la API de Facebook Connect en un futuro próximo?

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Yo creo que los bancos quieren lo contrario. Que te registres en Facebook a través de su API; ser el que te proporciona la entrada a un sistema de un tercero, a través de las credenciales del banco. Porque ven que tienen muchos datos del cliente, que son capaces de decir que el cliente es quien dice ser y le quieren sacar partido.

Eso sería un negocio totalmente nuevo para la banca.

Es parte de lo que están trabajando. De hecho, ya hay un banco americano que ha hecho proyectos en este sentido. Se trata de un banco que creó un sistema de colaboración con Uber a través de sus APIs. Permite confirmar que el cliente ha hecho el pago al conductor y eso desata una serie de procesos internos en los sistemas de Uber como la contabilidad o el poder preparar la liquidación del conductor con todos los pagos realizados. También trabaja con Airbnb, donde el banco certifica que determinadas personas existen y se está contratando el alquiler de una casa a una persona real. Son pequeños experimentos que se están haciendo y en España ya he oído a más de un banco decir que quieren gestionar las identidades y los accesos a sistemas de terceros con sus credenciales.

Los neobancos ofrecen simplicidad, mientras que los tradicionales ofrecen confianza. En este binomio, ¿con qué cualidad se quedarán los clientes en el futuro?

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El mayor valor que tienen los bancos tradicionales es la confianza y así se reconoce en nuestro informe sectorial. Porque no es lo mismo estar interactuando con una fintech en una operación simple como un pago que cuando hablas de gestionar tu jubilación. Sobre esto, creo que va a haber mucha especialización. Igual que hubo una época en que los clientes interactuábamos con 2,5 bancos y pasamos a hacerlo con uno solo, ahora vamos a vivir el proceso contrario: vamos a interactuar con distintos proveedores en función de la especialidad. Y cuando sea algo que afecte a tu dinero, la banca va a seguir teniendo un papel primordial y va a tener que apalancarse en ese valor que tiene.

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