Más cajas cerca de la bolsa

Confirmado: el sector financiero español tiene sed de capital. Y la bolsa, pese a ser una opción que dé algo[…]

Confirmado: el sector financiero español tiene sed de capital. Y la bolsa, pese a ser una opción que dé algo de vértigo para estas entidades, sigue resultando una de las mejores opciones para conseguir esa financiación ansiada. Así lo ponen de manifiesto las intenciones de algunas cajas de ahorros, que han vuelto a retomar su idea de lanzar cuotas participativas, títulos similares a las acciones pero sin derechos políticos. En concreto, la Caja de Ahorros del Mediterráneo se ha alzado, de momento, como la primera caja dispuesta a embarcarse en la aventura de lanzar este tipo de cuotas al mercado. Con ellas, busca conseguir financiación que le permita hacer frente a la actual crisis de liquidez y así seguir expandiéndose por el exterior y crecer orgánicamente. Sin embargo, en el mercado no se ocultan los riesgos que puede suponer una operación de este tipo.
 
De entrada, pese a que las valoraciones son atractivas, el sector financiero sigue siendo un segmento globalmente vulnerable en bolsa, por la caída del negocio y los problemas de capitalización a los que se enfrenta. Además, en particular, las cuotas participativas siguen levantando cierto recelo en el mercado. Algunos expertos estiman que algunas de estas emisiones pueden fracasar y no conseguir los objetivos deseados. Alfredo Fernández, de UBS, comentó hace unos meses en una reunión con periodistas que sólo tendrán éxito aquellas emisiones de cuotas que tengan un tamaño mínimo de 500 millones de euros, ya que al limitar la legislación al 5% la participación en las cuotas en circulación, las emisiones inferiores pueden no resultan interesantes para los grandes inversores. La CAM, en este sentido, estaría en ese límite mencionado, ya que su intención es aprobar una emisión de cuotas de 500 millones de euros.
 
Pero los inconvenientes no terminan aquí. Las cuotas participativas son un instrumento de inversión complejo y novedoso para los inversores, lo que puede también producir cierto rechazo. Además, algunas lagunas jurídicas complican la operativa de las cuotas. Por ejemplo, no está claro si podrían o no formar parte del Ibex pese a no ser acciones. Y no hay que olvidar tampoco que la experiencia bursátil de las cajas, representada con la aventura de Criteria, el holding de "La Caixa", no es nada brillante. Desde que comenzó su andadura en octubre de 2007, el valor ha perdido más de un 15%.
 
La CAM se enfrenta, por tanto, a la difícil tarea de convencer a un mercado receloso de las bondades de las cuotas participativas. Un instrumento que, igual que puede ser la llave para resolver sus necesidades de financiación, mal gestionado, puede aumentar sus quebraderos de cabeza.
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