La Guerra Civil española y el Winnipeg de Neruda contado a los niños en Chile
El miedo a la distancia, la crudeza de la guerra y la unión entre dos países son el hilo conductor[…]
El miedo a la distancia, la crudeza de la guerra y la unión entre dos países son el hilo conductor de la obra teatral "Los niños del Winnipeg", que narra, desde la mirada de cuatro niños, el viaje en el barco que gestionó Pablo Neruda para escapar de la Guerra Civil española.
El festival chileno Cielos del Infinito, el más austral del mundo, sube a las tablas "Los niños del Winnipeg", una meticulosa obra teatral para niños que aborda tópicos poco comunes en expresiones artísticas dirigidas para menores, como la guerra, la separación y el miedo.
Más de 2.000 republicanos españoles viajaron abordo del Winnipeg hacia Chile, donde llegaron el 3 de septiembre de 1939 y donde se les brindó asilo lejos los horrores de la Guerra Civil española.
En la obra "hay un homenaje a Neruda por el acto de valentía que supuso llevarlo a cabo. También hay un homenaje a la misma gente que se sentía que había perdido la guerra", comentó a Efe la actriz española Edurne Rankin, que forma parte de la compañía chilena-española "La llave maestra".
"Yo creo que no siempre tenemos buenos ejemplos en la historia, de cómo comportarse un pueblo con otro y esta es una historia magnífica donde sí hay un final feliz", agregó.
"En la obra los niños son diferentes. Todas las historias que encarnan los niños son verídicas, son reales, y hay desde anécdotas a hecho más grandes, por así decirlo", aseguró.
La española puntualizó que cada personaje "encarna diferentes sensibilidades de cómo los adultos, los niños y todos tuvieron que enfrentarse a ese hecho, que de repente estalló un golpe de Estado, y a uno le cambia la vida como nunca se lo hubiese imaginado".
El director de esta puesta en escena, el chileno Álvaro Morales, aseguró que "Los niños del Winnipeg es "un melodrama para niños".
"Yo creo que esta obra tiene la fuerza de una historia que no se suele poner en escena para un público familiar; historias tristes o trágicas".
Morales consideró que, de alguna manera, han logrado "crear un espectáculo que tiene mucha belleza, pero una belleza del dolor, y la transformación que también puede haber en el dolor hacia algo emotivo, pacífico, bello, no necesariamente denso o duro, y también con la idea que los niños, los jóvenes adultos puedan poner en valor esa emoción".
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