Expertos alertan de que la alta deuda externa pone en riesgo la recuperación

El grupo de opinión Europe G ha alertado hoy de que el crecimiento del PIB y la creación del empleo[…]

El grupo de opinión Europe G ha alertado hoy de que el crecimiento del PIB y la creación del empleo no permiten por sí solos apuntalar la recuperación de una economía que está expuesta a una alta deuda neta exterior (90 % del PIB) y unos elevados pasivos exteriores exigibles (1,7 billones de euros).

El "think tank" dirigido por el catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona, Antoni Castells, ha asegurado que la confianza exterior en la solvencia de España puede verse socavada si cambia la coyuntura que ha favorecido hasta ahora la recuperación, como han sido unos tipos de interés "insólitamente" bajos y un petróleo barato.

Durante la presentación del último informe del grupo, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Cataluña, Josep Oliver, ha afirmado que "es crítico conseguir crecimiento económico basado en la demanda exterior".

A su juicio, los gobernantes tienen que situar el saldo exterior "como el eje de los problemas del país", porque de lo contrario España podría volver a situarse rápidamente en el ojo del huracán.

El reto, ha dicho, está en mejorar la competitividad a través de un aumento de la productividad y no mediante la devaluación interna provocada con las bajadas de los salarios, como ya se ha hecho durante los años de crisis.

No obstante, Oliver ha dicho que le preocupa "una demanda interna desbocada", por lo que no cree que se deba poner el acento ahora en mejoras del nivel de vida, como serían la subida de las pensiones o de los salarios de los empleados públicos, sino dedicar los recursos disponibles a las mejoras de productividad.

El economista ha insistido en que "la fragilidad más sustantiva" de la economía española está en una abultada deuda neta exterior muy alejada del 35 % del PIB que exige la Comisión Europea, en tanto que tampoco se ha reducido el volumen de pasivos exteriores exigibles que precisan de una continuada refinanciación de entre 200 y 300 millones de euros al año.

Según ha explicado, en el ámbito interno las necesidades de desapalancamiento de los sectores privados no financieros estarían entre el 20 y el 30 % del PIB, mientras que los niveles de deuda pública están cada vez más lejos del 60 % del PIB que marca Bruselas.

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El informe de Europe G recuerda que la recuperación ha tenido lugar en el contexto de una política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) que, además de permitir una fácil financiación de la deuda interna y externa, ha aislado al país de tensiones exteriores.

Sin embargo, las turbulencias exteriores han vuelto a repuntar con el resultado del referéndum en el Reino Unido por la salida de la UE, lo que supone "un recordatorio de los límites que tiene la política monetaria".

Por su parte, Castells ha hecho hincapié en que solo manteniendo la competitividad y los superávit por cuenta corriente, además del crecimiento del PIB, se podrán sortear las inestabilidades del exterior, al menos mientras no haya una mayor integración fiscal, bancaria y política en Europa.

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